Para poder responder tengo
que observar el mundo,gente con carrera pero sin trabajo y gente sin
carrera pero con trabajo mal remunerado y en peligro de paro.
Os voy a contar el caso de
nuestro amigo Juan, un niño que vivió una buena infancia.
Juan terminó el colegio y
comenzó la universidad, los primeros años de carrera
fueron estupendos, pero un día, a la vuelta de la
facultad encontró a sus padres en el cuarto haciendo
cuentas con un montón de facturas y con las caras angustiadas, él
les preguntó a sus padres si todo iba bien pero ellos no querían
preocupar a su hijo y le dijeron que no pasaba nada. A partir de ese
momento, a Juan le empezó a rondar por la cabeza muchos pensamientos
que le impedían dormir bien por la noche.
Al día siguiente se
levantó muy temprano y escuchó a sus padres comentar en la cocina
de que todo iba a salir bien pero que pasarían una temporada muy
mala, pero cuando Juan entró en la
cocina cambiaron de tema de conversación.
De nuevo a la noche,
cuando volvía de la facultad, Juan se encontró al lado del portal a una vecina que se acercó a Juan
preguntándole que tal estaban sus padres y que había sido mala
suerte que despidieran a su madre después de tantos años de trabajo. Juan no quiso hacerse el sorprendido, así que se
limitó a asentir con la cabeza mientras se dirigía a su casa.
Una vez que entró en la
casa se fue directo a su cuarto y comenzó a pensar qué es lo que
podía hacer para ayudar a sus padres, pensó en dejar la carrera y
ponerse a trabajar pero, ¿Quién iba a contratar a un joven sin
carrera y sin experiencia? Así que estuvo dando vueltas y vueltas
durante horas hasta que llegó a la conclusión de que él podía
seguir con los estudios y después
podría opositar y así tener un sueldo “fijo”con el que poder
ayudarles. Esta idea le dejó más tranquilo pero sabe que le
llevaría años conseguirlo así que lo compaginaría con un ”trabajo basura”.
A la mañana siguiente
Juan se levantó con la ilusión de encontrar
un trabajo por la mañana y por la tarde ir a la facultad, pero esa
ilusión se le fue quitando a lo largo de las horas.
De nuevo a la noche en su
cuarto, seguía triste sin saber qué hacer, así que se encendió el
ordenador y envió currículum a todos los sitios que le iban
apareciendo en la pantalla; tras una semana de búsqueda, le llamaron
de un sitio para trabajar los fines de semana en una tienda de ropa,
él no lo pensó dos veces y aceptó el trabajo, sin querer comentar
nada a sus padres.
El primer día de trabajo
fue con muchas ganas viendo que sus planes se iban cumpliendo y
deseando que termine el mes para poder aportar dinero a la familia
sin que sus padres se dieran cuenta.
Por fin llego el día en
que Juan cobraba su primer sueldo, fue lo más rápido que pudo al
banco y sacó más de la mitad de su sueldo y lo fue repartiendo
disimuladamente en el monedero de su madre, en el bolso por ahí
esparcido ya que sabe que su madre cuando anda con prisas no guarda
el dinero en el monedero; también colocó un poco en la cartera del
padre , finalmente le
dio a su hermanita pequeña dinero para el medio de transporte para
que no se lo pidiera a sus padres , y
finalmente se fuñe Juan a comprar algo de comida, pequeñas cosas
para que no se dieran cuenta sus padres.El resto del dinero lo
empleó en pagarse el transporte público y fotocopias para las
asignaturas de la facultad.
Estaba ilusionado de poder
ayudar a su familia esperando que no se den cuenta de ello, pero tras
un par de meses sus padres empezaron a preguntarle qué hacía todos
los fines de semana, que se marchaba muy pronto y venía tarde y muy
cansado, y fue cuando a Juan empezó a tener sudores fríos
intentando convencerles que va a la biblioteca a estudiar y luego se
va de fiesta con los amigos.
Afortunadamente sus padres
no siguieron preguntándole a Juan lo que hacía los fines de semana
ya que sus notas eran buenas y le veían bien.Las cosas en casa iban
mejorando, ya no veía a sus padres con las caras de antes tan
angustiadas y cada vez los veía más ilusionados en conseguir
mejorar su situación.
Lo peor de todo para Juan
son los rumores de los vecinos que empezaron a comentar que si no le
da vergüenza estar siempre de fiesta con los amigos y estar todo el
día fuera de casa sabiendo lo mal que lo están pasando sus padres,
pero Juan se mantenía firme en su secreto.En el trabajo estaban muy
contentos con Juan y a los 6 meses le hicieron un contrato fijo.
Ya era el último año de
carrera de Juan, él estaba agotado de tanto tiempo con estrés y
compaginando el trabajo con los estudios pero sabía que no se podía
rendir.
A lo largo de ese año, en
un día inesperado cuando volvió a su casa se encontró a sus padres
muy contentos gritando sin cesar que tenían que celebrarlo y cuando
vieron a Juan aparecer por la puerta le dijeron: Tu madre ha
conseguido cambiar de empleo y empieza el lunes!!
Juan casi rompe a llorar
de la emoción, ¡por fin su madre tendría otro empleo! Y a pesar de
lo poco que gana su padre ya empezarían a volver a estar en la
situación en la que antes se encontraban y que él quería tanto.El lunes cuando él iba a
su trabajo, juan se dispuso a cruzar un paso de cebra y le
atropellaron.
Los padres, encontrándose
en la casa recibieron una llamada del trabajo de Juan diciéndoles
que no se había presentado en el trabajo , la madre sorprendida les dijo que no sabía
que su hijo estuviera trabajando, y fue cuando le comentaron que
llevaba 2 años trabajando y que cuando le entrevistaron les
sorprendieron mucho porque les dijo Juan que sus padres lo estaban
pasando mal económicamente y que él haría todo lo que pudiera por
ayudar a sus padres. Al finalizar el relato le comentó el jefe de
Juan que quería ascenderle de puesto en el trabajo y que cuando
sepan algo de él que le llame cuanto antes.
Al terminar la
conversación, la madre fue a contárselo a su marido y cuando estaba
acabando de contárselo llamaron del hospital diciendo que su hijo
había sido atropellado y que estaba muy grave y que fueran cuanto
antes. Los padres fueron
corriendo al hospital y vieron a su hijo en la cama envuelto de
vendas con los ojos cerrados y lleno de cables.
El medico se reunió con
los padres y les dijo que su hijo tiene bastantes fracturas y que
está muy débil.Los padres entrando en la
habitación, sabiendo todo lo que su hijo había estado haciendo por
ellos y verle en ese estado no pudieron contener las lágrimas, así
que se acercaron a la cama y la madre le susurró en el oído,
sabemos todo lo que has hecho por nosotros, abre los ojos, te
necesitamos a nuestro lado, dinos algo…
Al final del segundo día,
Juan abrió los ojos y se vió rodeado de su familia, aquella por la
que había estado luchando sin parar y a la que tanto quiere y les
dijo en voz suave: siento haberos mentido.
Los padres al oírlo
empezaron a llorar de alegría al ver que si iba recuperando y que ya
podía abrir los ojos y hablar con dificultad, peor podía hablar.
Tras haberos contado el
caso de Juan, os pregunto ¿podéis dar una oportunidad a nosotros
los jóvenes?, ¿sois como los vecinos de Juan que hablan sin
saber y haciendo daño tanto a él como a su familia?, y… ¿veis a
la juventud con los mismos ojos que la veías antes? Manuel C.
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